



















Photography is abstraction of reality and more realism than any attempt at objectivity that is performed behind a camera is bound to be spoiled pursued. Even in his facet documentary photography is abstraction of reality, removing fragments of his temporary environment space, which are isolated from the circumstances that surround and constitute its essence, moving to turn them into a rebuilt iconic endorsement at a glance subjectively re-presented a simulation of the real. Photography is artifice, art is artifice. Images of Angel Fernandez Zooilógico Saura delve into the old aspiration from the illusionistic space of the Greek Theater to duplicate reality as grapes of Zeuxis who were pecking birds, the spatial illusionism of Renaissance geometrical perspective, tramoyística or baroque mirrors. The imaging technologies that have been developed since the invention of photography have made a breakthrough in illusionism, in the construction of virtual realities and alternate worlds contained reality. The more technology plus the exercise of perfect simulation develops. As reality is supplanted by his image, to aproximarle the viewer an exotic or remote world, an inaccessible place which is reconstructed to experience an experience that is not forthcoming or acquire knowledge, the photographer has approached a museum natural history that only a hyper duplication of appearances of the visible world, is a ghostly illusion, a life simulation that allows us to travel with the look from immobility. Photograph of Angel Fernandez Saura from those in which fragments extracted constructive type architectures and urban landscapes, to those of natural inspiration in which the reasons are oversized details, even going by his female nudes, has shown a marked inclination towards abstraction. But what previous works were serenity, compositional balance in the images in this series becomes voltage representative to think about a world realistic perceptual level, but it is so can be simulated as a demonstration of virtual reality. Saura presents fragments of a dead and domesticated nature that is pure artifice as an enduring and beautiful still life of fruit appetizing odor of wax and plastic roses in the landscape is the perfect setting in which detainees pose for photographer beasts kindly, in impossible snapshots. The sensation produced by this Zooilógico is strange and paradoxical, artificial paradise where you do not feel the wind rocking the branches of trees and creek water does not run without being stagnant. La fotografía es abstracción de la realidad y por más verismo que se persiga cualquier intento de objetividad que se realice detrás de una cámara está condenado a ser malogrado. Aún en su faceta más documentalista la fotografía es abstracción de la realidad, extracción de fragmentos de su entorno espacio temporal, que son aislados de las circunstancias que los envuelven y configuran su esencia, para pasar a convertirlos en un refrendo icónico reconstruido, en una visión subjetivamente re-presentada, una simulación de lo real. La fotografía es artificio, el arte es artificio. Las imágenes del Zooilógico de Ángel Fernández Saura indagan en la vieja aspiración proveniente del espacio ilusionista del teatro griego de duplicar la realidad como las uvas de Zeuxis de las que iban a picotear los pájaros, el ilusionismo espacial de la perspectiva geométrica renacentista, la tramoyística o los espejos barrocos. Las tecnologías de la imagen que se han ido desarrollando desde la invención de la fotografía han supuesto un gran avance en el ilusionismo, en la construcción de realidades virtuales y mundos alternativos que figuran realidad. Cuanto más se desarrolla la tecnología más se perfecciona el ejercicio de la simulación. Al igual que se suplanta la realidad por su imagen, para aproximarle al espectador un mundo exótico o remoto, un lugar inaccesible que es reconstruido para que experimente una vivencia que no le es próxima o adquiera un conocimiento, el fotógrafo se ha aproximado a un museo de historia natural que no más que una duplicación hiperrealista de las apariencias del mundo visible, es una ilusión fantasmal, una simulación de la vida que nos permite viajar con la mirada desde la inmovilidad. La fotografía de Ángel Fernández Saura desde aquellas en las que extrae fragmentos de tipo constructivo en las arquitecturas y paisajes urbanos, hasta aquellas de inspiración natural en las que los motivos son detalles sobredimensionados, pasando incluso por sus desnudos femeninos, ha manifestado una marcada inclinación hacia la abstracción. Pero lo que en otros trabajos anteriores era serenidad, equilibrio compositivo, en las imágenes de esta serie se convierte en tensión representativa al plantearnos un mundo a nivel perceptivo realista, pero que es tan simulación como pueda ser una demostración de realidad virtual. Saura nos presenta fragmentos de una naturaleza muerta y domesticada que es puro artificio como un imperecedero y bello bodegón de apetecibles frutos de cera y olorosas rosas de plástico, en el que el paisaje es un perfecto decorado en el que las bestias detenidas posan para el fotógrafo amablemente, en instantáneas imposibles. La sensación que produce este Zooilógico es extraña y paradójica, paraíso artificial donde no se siente el viento mecer las ramas de los árboles y el agua del arroyo sin estar estancada no corre. Julian Perez Paez